Un poco de controversia para ejercitar neuronas

Acabo de ver que en Madrid van a celebrar por todo lo alto el desfile del «Orgullo Gay», apoyado desde el nuevo ayuntamiento.

La verdad es que me da igual.

Como me dio igual el desfile de los «Jóvenes Católicos» hace unos años, también en dicha ciudad.

Es más, ¿por qué no celebran el desfile del «Orgullo Gay de los Jóvenes Católicos»?

¿Sabes qué pasa?

Es la dialéctica de Hegel en acción: tesis, antítesis y síntesis.

La idea de la existencia de la derecha y la izquierda en política es mantener un enfrentamiento constante y perdurable para dividir la sociedad en bandos enfrentados.

No hay nunca en ningún gobierno interés de administrar en el sentido de lo que podríamos llamar «interés general» o «bien común».

Siempre se legisla en favor de los amigos y en contra de los enemigos.

Y, mientras la población está entretenida en estas minucias, la corporatocracia incuestionable sigue haciendo de las suyas.

Venga niños, seguid con la diversión y exaltad vuestras banalidades, tan banales como las de la acera de enfrente.

Siguen sin representarnos.

Aunque bueno, los adultos no necesitamos representantes, somos responsables de nosotros mismos.