¿Por qué los titulados universitarios son los más fáciles de engañar?

El «sentido común» nos dice que las «personas ignorantes» son las más fáciles de embaucar y engañar.

Sin embargo, esto no es así en realidad, es justo lo contrario.

Y es fácil de entender por qué ocurre: los titulados universitarios pasaron por todos los filtros de la programación de lavado de cerebro del sistema, por ello les dieron su titulito.

Un títulito que tiene realmente equivalencia con el papel de váter limpiaculos.

Esto no es una paradoja, es por diseño.

Desde hace miles de años, el auténtico conocimiento humano se ha transmitido en círculos cerrados dentro de sociedades secretas. ¿Alguien de verdad se cree que de repente iban a difundir libremente su conocimiento entre la plebe?

La programación mental de esta gente titulada está muy bien diseñada; hay que admitir que el diseño del sistema educativo es muy inteligente y, sobre todo, funciona.

Porque es un diseño sencillo: está basado en el castigo y el premio. En otorgar importancia a las cosas irrelevantes.

La constante propaganda etiqueta como a «fracasados» a los que no alcanzan los niveles impuestos, y a los que sí los hacen les otorgan títulos rimbombantes.

Así que, al final, los que completan su lavado de cerebro se sienten importantes y muy listos e inteligentes; se creen que están por encima del vulgo que no ha conseguido un título universitario.

La soberbia es una de las principales características aprendidas en su «proceso educativo».

Luego, se convierten así en los más fieros defensores de la propaganda oficial: su credo es «si no ha sido admitido en una publicación oficial y fiable, entonces el asunto no tiene credibilidad.»

Son ávidos consumidores de los diarios, las informaciones teledirigidas y los libros de las editoriales para las masas.

Y si alguien les intenta mostrar lo contrario, se le echarán a la yugular porque nadie puede atreverse a cuestionar sus verdades incuestionables.

De esa manera, para el sistema orwelliano actual le es muy fácil tener a una masa creyente y obediente.

El sistema se siente seguro por haber creado esta masa de infelices que han sido programados para ser incapaces de pensar por sí mismos.

Eso sí, si se les pregunta, te responderán justo lo contrario, que son expertos en el pensamiento crítico, dentro de los límites de lo que les han enseñado que es el pensamiento crítico, claro está.

Pero en realidad son seres a los que se les ha deshabilitado de la auténtica condición humana: ser personas individuales e independientes con su propio criterio para cometer errores y aciertos.

La vida son cuatro días, no la pases como un zombi.