Y la tiranía de la escuela continúa

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DSOBDC

Resulta que mi hijo mayor, que el año que viene irá a quinto curso de primaria, me pasa un papelito de su escuela en el que nos preguntan si asistiremos a una reunión de padres en el que nos dirán cómo pagar las tablets para el siguiente curso.

Un momento…

¿Pagar?

¿Tablets? ¿Qué tablets?

La primera puñetera noticia que tengo al respecto, y desde su escuela ya dan por hecho de que les pagaremos unas tablets.

Un momento…

¿Y qué tipo de tablets? ¿Y para qué? ¿Y cuál va a ser la empresa corruptidora que se va a llevar ese dinero vendiéndonos esas tablets?

Porque, habiendo trabajado muy de cerca con la administración catalana en términos tecnológicos, ya puedo apostar a que alguna empresa se ha llevado una concesión para vender esas «tablets oficiales», y así, junto el fraude de los libros de texto, esa empresa se une al suculento botín que cada año nos roban al obligar a nuestros hijos a pasar por la vara del sistema escolar obligatorio.

Y ante la respuesta falaz de que «estoy en contra del progreso tecnológico de mis hijos», que se sepa que estoy escribiendo este post desde mi propia tablet, y mis dos hijos tienen las suyas propias que, por cierto, se pasan la mayor parte apagadas.

No, esto no tiene nada que ver con el «progreso tecnológico».

Continúa el plan de convertir a nuestros hijos en consumidores obedientes, y de exprimirnos a las familias monetariamente todo lo que pueden.

Esto es como en China, que la familia tiene que pagar la bala del reo cuando el estado lo asesina.

Ni más ni menos.

10 Excusas que te mantienen en la pobreza

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Ya escribí sobre cómo la comodidad es nuestra mayor enemiga, y aquí voy a compartir cómo esa comodidad nos hace inventarnos excusas para justificar nuestra negación a hacer lo posible para salir de la pobreza. Exactamente, eso es lo que he escrito.

Como siempre, lanzamos nuestras excusas hacia el exterior, somos capaces de culpar lo que sea con tal de no aceptar que es nuestra propia actitud la que nos impide movernos.

Así pues, aquí están las 10 principales excusas para justificar tu pobreza, es posible que te veas reflejado en alguna de ellas:

1. Tus padres.- Eres pobre porque tus padres son unos inútiles y nunca han sabido manejar el dinero, y, tú, claro, como buen heredero, también eres incapaz de hacerlo. Y no sirve de nada que seas una persona diferente con un futuro diferente, tienes que seguir la tradición familiar. Estás atrapado por tu cosanguinidad.

2. Tu familia.- Bueno, claro, y si tus padres son unos inútiles es porque toda tu familia, por ambas partes, se ennorgullece de ser pobre. Vamos, que lo de «pobre pero honrao» es tu lema familiar, y «conseguirás to’o con el sudor de tu frente» lo tienes marcado en la frente. Vamos, que tus antepasados incluso se negaban a participar en las revueltas de esclavos.

3. El lugar en el que creciste.- Es el ambiente en el que creciste, el paisaje del barrio obrero lo que no te permite desarrollarte en la vida. Eres incapaz de trasladarte a un barrio sin pensionistas dando de comer a las palomas en el parque porque eso sería traicionar a tus colegas. Ser pobre es definitivamente lo más guay. Y no hay nada más emocionante que colarte en el metro.

4. Tu falta de estudios.- Y claro, como tus padres eran pobres, pues no te enviaron ni a Oxford ni a Harvard, y así, sin un título de renombre, pues como que ya no vale la pena esforzarte porque nunca llegarás a nada. Así que te dedicas a buscar trabajo de limpiaplatos para abajo, y así no se puede ser más que pobre. Además, tienes pánico al fracaso y al qué dirán si te ocurre. Mejor no intentar nada raro, como un negocio propio o así.

5. Nadie te da una oportunidad.- Ni nadie te enchufa en un trabajo que valga la pena, eso cuando lo tienes, que no te dura demasiado. Pero eso sí, cuando alguien se acerca a ti usando la frase «oportunidad de negocio«, huyes como de la peste «porque todo eso es una estafa y nadie regala nada» y «no quieres meterte en problemas». Por supuesto, con esa «sabiduría popular» que dominas no puedes más que disfrutar de tus quejas contínuas de que «nadie te da una oportunidad», no puede ser menos.

6. Perderías tus beneficios sociales.- Con lo que te costó embobar a la asistenta social para que te dieran una ayuda no contributiva, está claro que ahora no vas a dedicarte a conseguir dinero. Porque si lo descubrieran, perderías tu paupérrima ayuda pecunaria. Que sí, que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer, aunque sea vivir como un maharajá.

7. La patronal y el gobierno.- Y los sindicatos también están conchabados. Y no crean trabajo de ningún tipo, y el único que hay no es digno y vulnera «tus derechos». No importa que participes en todas las manifestaciones «por la justicia social» que nada cambia. Y es que «si todo el mundo saliera a la calle todo esto cambiaría y echaríamos a esos corruptos en dos días». Pero tú sigues al pie del cañón luchando por la repartición de la riqueza. Aunque, ni te has preguntado nunca de dónde sale esa riqueza que hay que repartir, ni qué pasará cuando se reparta y nadie se encargue de crearla porque todos serán como tú.

8. Los banqueros.- Es que los banqueros crean el dinero de la nada y se lo reparten entre ellos. Y, además, nos tienen esclavizados con la deuda. Y no hay nada que hacer, no se puede parar esta estafa. Las cosas son así, y simpre han sido y serán así. Por lo que prefieres pasar tus horas tomando el fresco o viendo la televisión. Tu misión en esta vida es aceptar tu destino de ser pobre perpetuo.

9. El circo.- No te has perdido ni un partido de la liga de fútbol, y te conoces el nombre de hasta los masajistas de los equipos. No entiendes ninguna forma mejor de pasar tu tiempo, y utilizarlo para emprender o mejorar tu categoría profesional sería dejar de lado la pasión de tu vida. Pero eso sí, seguro que te harás millonario con ese boleto que cada semana apuestas en las quinielas. No entiendes por qué, con todo lo que sabes de fútbol, no te ha tocado ya.

10. Tu mala suerte.- Y ya para finalizar, no nos olvidemos de tu maldita mala suerte y «de la madre que la parió». No hay manera, todas tus grandes ideas nunca funcionan, y estás seguro de que tu siguiente gran idea nunca funcionará. Qué sorpresa, ¿no?, si ya la matas antes de que nazca…

Y así, vas a continuar en tu melancolía eterna de por qué nunca avanzas en tu existencia, y sólo sobrevives en vez de vivir.

Venga, un consejo de amigo: mírate al espejo y deja ya de echar balones fuera.

Sin acritud.

Buen día de la Luna

Hoy, en el día del Señor de alguien, según el calendario occidental impuesto del 1 de junio de 2015, estamos chemtraileados, como es habitual.

Y lo dejo escrito aquí, para que conste por los tiempos de los tiempos, es decir, hasta que desenchufen internet…

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