De maestros y de discípulos: 7 características de la auténtica educación

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Hay una razón de fuerza que me echa atrás cuando voy a comprar juguetes para mis hijos: si en algún lugar pone que es un «juguete educativo», no lo compro.

Porque lo que llaman «educación» en esta sociedad es un insulto a la verdadera educación.

Y llamar «maestros» a los mercenarios programadores del sistema es un insulto a los auténticos maestros.

Comencemos por decir que «educo» proviene del latín «e/ex» que significa «fuera» y «duco» que significa «llevar», es decir, «llevar hacia afuera».

Y los que son «educados» hoy en día no saben de latín, precisamente para que no se den cuenta del origen de muchas palabras.

Pues bien, un auténtico maestro lleva lo que es exterior a su discípulo, que no alumno. El conocimiento del maestro es ajeno/exterior al discípulo hasta que éste lo adquiere.

Quizás el único lugar en el que los occidentales podemos ver a maestros y discípulos en acción es en las películas de kung-fu chinas. Parece que en Asia todavía se mantiene este sistema de verdadero aprendizaje.

Y podemos observar ciertas características:

  • El maestro tiene el conocimiento y el discípulo no lo tiene, por ello el discípulo lo respeta como a un superior.

  • El maestro es duro con el discípulo pues sabe que adquirir conocimiento no es fácil, y requiere un esfuerzo por parte del discípulo.

  • El maestro no está nunca satisfecho hasta que el discípulo le demuestra que ha adquirido el conocimiento al 100%, no al 99%.

  • El maestro anima al discípulo a superarse y a añadir nuevo conocimiento que éste transmitirá cuando también sea maestro.

  • El discípulo nunca duda del conocimiento del maestro pues sabe que entonces el maestro no lo consideraría digno de saber.

  • El conocimiento está al alcance sólo de aquéllos que demuestran que desean y tienen la fuerza de voluntad para ser discípulos.

  • La sociedad respeta y admira a los maestros, y siente consideración por los discípulos porque éstos serán los maestros del futuro.

Como podemos ver, a los poderes fácticos nunca les interesó mantener, al menos aquí en occidente, este sistema de aprendizaje sustentado por milenios, y diseñaron el «sistema educativo» actual basado en la fabricación de seres ignorantes.

Se ha fomentado una mentira que ha calado en las mentes de la gente, y que, por lo tanto, será muy difícil, casi imposible, de cambiar.

El conocimiento es, y no pueder ser de otra forma, pues entonces no es conocimiento.

Eso lo sabían nuestros antepasados, y es ya hora de que nosotros también lo sepamos y lo apliquemos.